Mientras ando liada con el día a día (al igual que todos). No olvido esos propósitos del post anterior. Voy trabajando en ellos paso a paso. Todos requieren de tiempo y dedicación. Unos serán visibles antes que otros, y aunque parezca que no avanzan, estoy en ello.
La realidad es que son cosas que se tienen que madurar. Habrá gente que pensará que escribir cosas en la web es algo de 5 minutos, pero nada más lejos de la realidad. Hay que elegir el tema, leer sobre él (aunque lo conozcas) para refrescar ideas y contrastar opiniones de diferentes expertos. Después lo enfoco desde mi propio entendimiento y punto de vista.
Una vez escrito, dejo pasar unos días (para vaciar la mente de todas las ideas sobre lo escrito). Entonces lo leo como si fuera la primera vez que lo veo y así lo corrijo. Detecto aquello que no está bien explicado, o que no he acertado a darle el sentido que en realidad quería darle. Vuelvo a dejar pasar unos días y le echo otro vistazo. Si no hay más correcciones se lo paso a una amiga (profe de yoga y compañera de formación. Maribel, gracias) que lo lee y me da su visto bueno o algún pequeño retoque de algo que se me ha pasado. Tras este último filtro lo llevo a registrar y le pongo fecha de publicación. Todo tiene un proceso, un tiempo. Idea, creación, maduración y nacimiento. Todo son ciclos, pero a veces podemos influir en esos ciclos y dirigirlos a un propósito. Otras veces, en cambio, la vida te trae y te lleva en esos ciclos y solo puedes adaptarte a las circunstancias.
Pues bien, uno de esos propósitos ve la luz por fin. El apartado sobre el Bhagavat gītā. Cada mes publicaré un post sobre este texto tan importante en el estudio del yoga, para todos aquellos que quieran profundizar en las enseñanzas del yoga. Ya puedes leer la introducción.
Para quienes esperan el nuevo taller del despertar de la Diosa, paciencia, se ha retrasado de la fecha que tenía prevista, pero ya falta poco. Prepárate para despertar tu poder.