El origen del yoga nidrā, tiene sus raíces más profundas en técnicas tántricas, aunque el yoga nidrā, tal cual lo conocemos, no es ni mucho menos tan antiguo, ya que fue desarrollado por Swami Satyananda Saraswati, que nació en 1923 y fue discípulo de Swami Sivananda, en Rishikesh, india. Y fundo la escuela de yoga…Bihar School of Yoga.
Una experiencia personal le llevo descubrir que el sueño no era un estado de inconsciencia. Llego a la conclusión de que, durante el sueño, hay un potencial en estado latente, una conciencia que permanece despierta y alerta, a las circunstancias del mundo externo. Y entrenando la mente, se puede llegar a utilizar y desarrollar todo ese potencial. Así que, desarrollo esta poderosa técnica, el yoga nidrā, partiendo de técnicas tántricas.
Estudiando las escrituras tántricas encontró muchas prácticas poco conocidas, que después de practicar, y descubrir la esencia de dichas técnicas, elimino lo que considero complicaciones ritualistas. Una de estas prácticas tántricas es conocida como “nyāsa”, que se traduce como colocar o acción de poner. Una técnica tántrica que combina la visualización de las diferentes partes del cuerpo de la divinidad, con mantras y el mudrā adecuado para tocar luego, las partes del cuerpo de uno mismo o un tercero, cargando el cuerpo físico con la energía divina, un acto de consagración para desarrollar una conciencia superior, colocando en el cuerpo mundano las partes o la energía de la divinidad. Esta técnica, adaptada es la “rotación de la conciencia” en el yoga nidrā. Las adaptaciones realizadas por Satyananda, permiten que el yoga nidrā sea accesible a todo tipo de personas, sin interferencias religiosas o culturales.